Descemer Bueno:Si no sabes oh tienes poca memoria mejor no hables de Política y sigue con tus canciones que en eso eres muy bueno,te estas metiendo en problemas."La Política y la Cultura" no se llevan y menos en un País como en Cuba.
Tu frustración por no poder tomar Jugo de Naranja no fue el Bloqueo a otro cuento con ese disco como (Bailando)esta rallado y no se lo cree nadie.!Que eres un jugador de dos base!Eso esta claro te gusta vivir en Estados Unido y ganar dolares,pero también te acaricias con la Jefatura de un Gobierno que no tiene ningún interés de que su pueblo viva mejor.
Mírate en el espejo de otros colegas tullo que se pusieron hablar basura y estar en la cuerda floja y hoy tienen problemas con los de aquí y los de allá. Todo artista tiene su tiempo y la miel del triunfo no dura siempre.
Julio Rivadulla
BITACORA DE J
viernes, 5 de septiembre de 2014
miércoles, 25 de junio de 2014
LA AGRESIVIDAD ES PELIGROSA
Es una mala traducción cuando se dice
que un abogado luchará agresivamente por sus derechos o que se solicitan
vendedores agresivos, pues la agresividad supone prácticas, formas de
comunicación o de comportamiento que se basen de manera exclusiva en el uso de
la violencia física o verbal hacia los demás.
La agresividad es una actitud que
caracteriza a las personas frustradas, negativas y malhumoradas, aunque algunas
veces, este sentimiento puede surgir motivado por una injusticia de manera
espontánea y breve. Quien no puede controlar su ira, se torna en un ser agresivo
que es capaz de herir verbal o físicamente.
Naturalmente, la agresividad es una
de las formas más negativas y destructivas que puede tener una persona para
comunicarse con otros, con aquellos que se hallan en su
entorno, sean seres humanos o animales.
La agresividad es la consecuencia de
diversas causas que pueden pasar por asuntos biológicos, personales, familiares,
sociales, laborales o económicos, entre otros.
Las formas más comunes y visibles de
agresividad se reflejan en actos de violencia física. No obstante, ejercida a
través de la intimidación verbal, también puede ser muy significativa y, en
algunos casos, más dañina a largo plazo.
En la actualidad, la agresividad se
ha convertido en un elemento común en muchos individuos y esto tiene mucho que
ver con el estilo de la vida moderna que se caracteriza por el intenso estrés,
el insomnio, las frustraciones, la desconfianza, la insatisfacción, la ira, la
envidia y el miedo, entre muchas cosas más.
Cuando alguien se convierta en
alguien que se enoja fácilmente y que siente deseos irreflexivos de agredir,
debe buscar ayuda profesional, pues un acto violento puede conducir a la cárcel
o a la muerte.
José M. Burgos S.
jueves, 19 de junio de 2014
No siempre es buena la abundancia
La abundancia no siempre es buena, pues
hay cosas malas que abundan y causan daño.
Es buena la abundancia de
agua potable (que no deberíamos desperdiciar), de alimentos, de aire puro, de
amor, amistad, sinceridad y toda cualidad que beneficie al alma y al
cuerpo.
Sin embargo, cuando abunda
la cantidad de trabajadores que hacen el mismo trabajo que nosotros, estamos en
problemas.
Pero los problemas no sólo
vienen con la abundancia de males o competencia, a veces, la riqueza también
genera contratiempos y preocupaciones.
Durante la primera mitad del
siglo 19, surgió la llamada ''fiebre del oro'' y todo el que podía, viajaba al
oeste de Estados Unidos en busca de fortuna, aunque para algunos, ésta les fue
esquiva.
El respaldo de los billetes
de banco, se implementó en el siglo 19 con el oro y la confiabilidad que inspiró
a los agentes económicos, permitió una gran prosperidad.
Pero en 1849, cundió el
pánico porque los mineros lograron extraer de las minas en el Estado de
California tanto oro como el que se había obtenido en el mundo entero durante
los diez años previos.
Después, pasados unos pocos
años, encontraron en Australia pedazos de hasta quinientos kilogramos a
pocos metros bajo tierra.
El pánico ocurrió, porque
muchas personas, ante la abundancia del precioso metal, hacían que éste
perdiera su valor y que el dinero también lo perdiera por la sencilla razón de
que estaba respaldado por el oro.
Si el dinero que es el que
mueve la economía pierde su valor, nadie lo acepta, se frenan las transacciones,
se detiene la producción porque las ventas se desploman y todos se empobrecen
rápidamente.
Por fortuna, la abundancia
de oro no pasó de ser un susto pasajero y todo volvió a la
normalidad.
Los buenos economistas, aconsejan no echar todos los huevos en la misma cesta.
José M. Burgos S.
miércoles, 28 de mayo de 2014
Políticos, vendedores de ilusiones
Las naciones son gobernadas
por políticos que tienen sus intereses personales, como todo el mundo, pero
con la habilidad de mostrarse como líderes con capacidad de
convencer a las personas de que vivirán mejor si votan por ellos y que por lo
tanto, serán más felices porque podrán satisfacer sus necesidades y hasta les
prometen que lucharán contra quienes sienten odio -los ricos, los poderosos, los
inmigrantes, las etnias, los gobernantes anteriores que los defraudaron,
etc.-.
La diferencia que existe entre
un político carismático y un mago es muy poca.
Quizás radica en que el público sabe que el ilusionista se vale de
trucos, aunque no pueda descubrirlos, en tanto que el político también se
vale de trucos, pero el público no los descubre sino hasta mucho tiempo
después porque piensan que sus promesas son reales y bien
intencionadas.
Los políticos necesitan mucho más
dinero que el mago para continuar atendiendo sus intereses personales y el
presupuesto suele ser proporcional al tamaño de la ilusión que pretenden
sostener.
Dicho dinero tiene que salir del
bolsillo de los mismos ciudadanos que votaron por él, y lo más irónico,también
de quienes no lo hicieron.
Llega el momento en el que la carga
tributaria se convierte en cáncer devorador porque los servicios que el estado
dice ofrecer a cambio de esos impuestos, obviamente que no son buenos porque la
mayor parte de la recaudación se gasta en los salarios de todas las personas que
de una u otra forma ''colaboran'' para la continuidad de esos gobernantes
(jueces, policías, militares, asesores y burócratas).
José M. Burgos S.
LOS PRESIDENTES TIENEN DOS FUNCIONES
¿Por qué razón se le debe respeto al
presidente de un país? Simple y llanamente, porque esa persona es quien
representa a todos sus habitantes ante la nación y el mundo.
El presidente es un individuo que
cumple una doble función. Supuestamente, es un ciudadano más, igual que
cualesquiera de nosotros, quien además, debe cumplir con la responsabilidad de
representarnos a todos. En cualquier lugar donde se encuentre, es como si
estuvieran todos los habitantes de su país.
Como el primer mandatario constituye
el máximo poder, sus decisiones son las del pueblo que él
representa.
Muchas personas admiran a quien posee
el poder que tiene un presidente, pero también hay algunas que rechazan ese
poder.
Cualquier persona con autoridad
representa, en cierta forma, a la figura paterna. Es decir, a quien haya tomado
las decisiones, impuesto disciplina y respeto, juzgado, castigado y premiado al
niño que, cuando se convierte en adulto, algunas veces continúa odiando aquel
rol de mando represor.
Igual ocurre con muchas personas que
suelen tener un rechazo inconsciente a los ''representantes con poder'' y dentro
de esta categoría genérica, no solamente se incluyen a los presidentes y a los
progenitores sino también al poder que le otorgan algunas personas al uso
del dinero.
El presidente de un país, como máxima
autoridad del mismo, tiene la obligación moral de exigir el cumplimiento del
deber de los ciudadanos dando el ejemplo.
José M. Burgos S.
sábado, 17 de mayo de 2014
Hacer algo, pero hacerlo bien
Para ejercer bien una
profesión hay que dedicarse a ella.
Es lindo suponer que es
posible tener muchas destrezas a la vez y ejercerlas con mucha eficiencia, pero
desafortunadamente, no es así. A lo sumo, podemos hacer una cosa
bien, y a veces, ni siquiera eso.
Un médico, por ejemplo,
puede especializarse en una o más ramas, pero siempre y cuando éstas estén
relacionadas con la medicina. Por lo tanto, si una persona pretende ser
excelente en su profesión u oficio, tendrá que abandonar otras expectativas y
jamás podrá ser tildado de mediocre, todo lo contrario, quizás llegue a ser
una eminencia, porque una sola especialidad puede desempeñarse bien, dos, medio
bien y tres o más, mejor no mirar los resultados.
Ser madre siempre ha sido
una profesión muy complicada y pocas veces reconocida en su real dimensión. Que
siempre ha existido, es cierto. Que no se estudia en
ninguna universidad, también es cierto.
La mujer que quiere
trabajar, atender a sus hijos y ser una buena ama de casa, que se olvide de ser
una profesional destacada. Y si quiere ser una profesional destacada, que se
olvide de ser una buena madre y ama de casa. Una tarea bien ejecutada, es
probable. Representar dos diferentes correctamente, es poco
posible.
Sería muy hermoso poder
decir que una brillante abogada puede ser simultáneamente una gran madre y ama
de casa, pero nos estaríamos engañando porque para ser una buena madre, se
requiere tiempo completo, no tiempo parcial, y para ser una buena profesional,
lo mismo.
Entonces, ¿Qué podemos hacer? O es blanco
o es negro.
José M. Burgos S.
martes, 13 de mayo de 2014
EL PASO DE LOS AÑOS
¡Cómo pasa el
tiempo! Y no nos percatamos.
Parece que fue ayer cuando
me reunía con mis amigos de juventud a quienes, por caprichos del
destino, no he vuelto a ver, pues cada quien tomó su propio
rumbo.
¿Cómo y adónde se fueron?
¿Qué será de ellos? ¿Cuántos ya habrán muerto?
El otoño, o quizás el
invierno de mi vida, me ha tomado por sorpresa y no me puedo explicar cómo se
esfumó mi juventud.
En mi adolescencia,
recuerdo haber visto gente mayor a quienes miraba con respeto y cierta
admiración y pensaba que estaban muy lejos de mí en edad y no me podía imaginar
que yo también llegaría a esa edad. Y no eran ancianos, eran personas que
rondaban los cuarenta o cuarenta y cinco años de edad.
Hoy, la mayoría de ellos ya
no pertenecen al mundo de los vivos y muchos de mis amigos de juventud, tampoco.
Los que quedan, tienen nieve en sus cabellos y caminan lentamente. Algunos son
mayores que yo, pero muy poco. Unos gozan de mejor salud que otros y están en
mejores condiciones físicas, otros sufren quebrantos de salud, pero en todos se
nota el inclemente paso de los años. No se parecen ni remotamente a aquellos
jóvenes alegres y llenos de vida. Están mucho más acabados que los que yo
veía tan alejados de mi edad, que apenas rondaban los cuarenta.
Aunque para muchos es
difícil aceptarlo, yo admito que estoy viviendo la última etapa de mi
vida.
¿Que si tengo
arrepentimientos? ¡Por supuesto que los tengo! ¿Quién no los tiene? Lo que pasa
es que muchos no lo confiesan, pero los tienen, porque todos los seres humanos
cometemos errores. Hay cosas que hice y que no debería haber hecho y hay cosas
que no hice y que debería haber hecho, pero no me atormento porque sé que lo
único que nadie puede cambiar es el pasado.
José M. Burgos
S.
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