viernes, 5 de septiembre de 2014

Es mejor que no hables.

Descemer Bueno:Si no sabes oh tienes poca memoria mejor no hables de Política y sigue con tus canciones que en eso eres muy bueno,te estas metiendo en problemas."La Política y la Cultura" no se llevan y menos en un País como en Cuba.

Tu frustración por no poder tomar Jugo de Naranja no fue el Bloqueo a otro cuento con ese disco como (Bailando)esta rallado y no se lo cree nadie.!Que eres un jugador de dos base!Eso esta claro te gusta vivir en Estados Unido y ganar dolares,pero también te acaricias con la Jefatura de un Gobierno que no tiene ningún interés de que su pueblo viva mejor.

Mírate en el espejo de otros colegas tullo que se pusieron hablar basura y estar en la cuerda floja y hoy tienen problemas con los de aquí y los de allá. Todo artista tiene su tiempo y la miel del triunfo no dura siempre.

Julio Rivadulla 

miércoles, 25 de junio de 2014

LA AGRESIVIDAD ES PELIGROSA

Es una mala traducción cuando se dice que un abogado luchará agresivamente por sus derechos o que se solicitan vendedores agresivos, pues la agresividad supone prácticas, formas de comunicación o de comportamiento que se basen de manera exclusiva en el uso de la violencia física o verbal hacia los demás.
 
La agresividad es una actitud que caracteriza a las personas frustradas, negativas y malhumoradas, aunque algunas veces, este sentimiento puede surgir motivado por una injusticia de manera espontánea y breve. Quien no puede controlar su ira, se torna en un ser agresivo que es capaz de herir verbal o físicamente.
 
Naturalmente, la agresividad es una de las formas más negativas y destructivas que puede tener una persona para comunicarse con otros, con aquellos que se hallan en su entorno, sean seres humanos o animales.
 
La agresividad es la consecuencia de diversas causas que pueden pasar por asuntos biológicos, personales, familiares, sociales, laborales o económicos, entre otros.
 
Las formas más comunes y visibles de agresividad se reflejan en actos de violencia física. No obstante, ejercida a través de la intimidación verbal, también puede ser muy significativa y, en algunos casos, más dañina a largo plazo.
 
En la actualidad, la agresividad se ha convertido en un elemento común en muchos individuos y esto tiene mucho que ver con el estilo de la vida moderna que se caracteriza por el intenso estrés, el insomnio, las frustraciones, la desconfianza, la insatisfacción, la ira, la envidia y el miedo, entre muchas cosas más.
 
Cuando alguien se convierta en alguien que se enoja fácilmente y que siente deseos irreflexivos de agredir, debe buscar ayuda profesional, pues un acto violento puede conducir a la cárcel o a la muerte.
 
 
José M. Burgos S.

jueves, 19 de junio de 2014

No siempre es buena la abundancia


La abundancia no siempre es buena, pues hay cosas malas que abundan y causan daño.
 
Es buena la abundancia de agua potable (que no deberíamos desperdiciar), de alimentos, de aire puro, de amor, amistad, sinceridad y toda cualidad que beneficie al alma y al cuerpo.
 
Sin embargo, cuando abunda la cantidad de trabajadores que hacen el mismo trabajo que nosotros, estamos en problemas.
 
Pero los problemas no sólo vienen con la abundancia de males o competencia, a veces, la riqueza también genera contratiempos y preocupaciones.
 
Durante la primera mitad del siglo 19, surgió la llamada ''fiebre del oro'' y todo el que podía, viajaba al oeste de Estados Unidos en busca de fortuna, aunque para algunos, ésta les fue esquiva.
 
El respaldo de los billetes de banco, se implementó en el siglo 19 con el oro y la confiabilidad que inspiró a los agentes económicos, permitió una gran prosperidad.
 
Pero en 1849, cundió el pánico porque los mineros lograron extraer de las minas en el Estado de California tanto oro como el que se había obtenido en el mundo entero durante los diez años previos.
 
Después, pasados unos pocos años, encontraron en Australia pedazos de hasta quinientos kilogramos a pocos metros bajo tierra.
 
El pánico ocurrió, porque muchas personas, ante la abundancia del precioso metal, hacían que éste perdiera su valor y que el dinero también lo perdiera por la sencilla razón de que estaba respaldado por el oro.
 
Si el dinero que es el que mueve la economía pierde su valor, nadie lo acepta, se frenan las transacciones, se detiene la producción porque las ventas se desploman y todos se empobrecen rápidamente.
 
Por fortuna, la abundancia de oro no pasó de ser un susto pasajero y todo volvió a la normalidad.

Los buenos economistas, aconsejan no echar todos los huevos en la misma cesta.
 
 
José M. Burgos S.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Políticos, vendedores de ilusiones

Las naciones son gobernadas por políticos que tienen sus intereses personales, como todo el mundo, pero con la habilidad de mostrarse como  líderes con  capacidad de convencer a las personas de que vivirán mejor si votan por ellos y que por lo tanto, serán más felices porque podrán satisfacer sus necesidades y hasta les prometen que lucharán contra quienes sienten odio -los ricos, los poderosos, los inmigrantes, las etnias, los gobernantes anteriores que los defraudaron, etc.-.
 
La diferencia que existe entre un político carismático y un mago es muy poca. Quizás  radica en que el público sabe que el ilusionista se vale de trucos, aunque no pueda descubrirlos, en tanto que el político también se vale de trucos, pero el público no los descubre sino hasta mucho tiempo después porque piensan que sus promesas son reales y bien intencionadas.
 
Los políticos necesitan mucho más dinero que el mago para continuar atendiendo sus intereses personales y el presupuesto suele ser proporcional al tamaño de la ilusión que pretenden sostener. 
 
Dicho dinero tiene que salir del bolsillo de los mismos ciudadanos que votaron por él, y lo más irónico,también de quienes no lo hicieron.
 
Llega el momento en el que la carga tributaria se convierte en cáncer devorador porque los servicios que el estado dice ofrecer a cambio de esos impuestos, obviamente que no son buenos porque la mayor parte de la recaudación se gasta en los salarios de todas las personas que de una u otra forma ''colaboran'' para la continuidad de esos gobernantes (jueces, policías, militares, asesores y burócratas).
 
 
José M. Burgos S.

LOS PRESIDENTES TIENEN DOS FUNCIONES


¿Por qué razón se le debe respeto al presidente de un país? Simple y llanamente, porque esa persona es quien representa a todos sus habitantes ante la nación y el mundo.
 
El presidente es un individuo que cumple una doble función. Supuestamente, es un ciudadano más, igual que cualesquiera de nosotros, quien además, debe cumplir con la responsabilidad de representarnos a todos. En cualquier lugar donde se encuentre, es como si estuvieran todos los habitantes de su país.
 
Como el primer mandatario constituye el máximo poder, sus decisiones son las del pueblo que él representa.
 
Muchas personas admiran a quien posee el poder que tiene un presidente, pero también hay algunas que rechazan ese poder.
 
Cualquier persona con autoridad representa, en cierta forma, a la figura paterna. Es decir, a quien haya tomado las decisiones, impuesto disciplina y respeto, juzgado, castigado y premiado al niño que, cuando se convierte en adulto, algunas veces continúa odiando aquel rol de mando represor.
 
Igual ocurre con muchas personas que suelen tener un rechazo inconsciente a los ''representantes con poder'' y dentro de esta categoría genérica, no solamente se incluyen a los presidentes y a los progenitores sino también al poder que le otorgan algunas personas al uso del dinero.
 
El presidente de un país, como máxima autoridad del mismo, tiene la obligación moral de exigir el cumplimiento del deber de los ciudadanos dando el ejemplo.
 
 
José M. Burgos S.

sábado, 17 de mayo de 2014

Hacer algo, pero hacerlo bien


Para ejercer bien una profesión hay que dedicarse a ella.
 
Es lindo suponer que es posible tener muchas destrezas a la vez y ejercerlas con mucha eficiencia, pero desafortunadamente, no es así. A lo sumo, podemos  hacer una cosa  bien, y a veces,  ni siquiera eso.
 
Un médico, por ejemplo, puede especializarse en una o más ramas, pero siempre y cuando éstas estén relacionadas con la medicina. Por lo tanto, si una persona pretende ser excelente en su profesión u oficio, tendrá que abandonar otras expectativas y jamás podrá ser tildado de mediocre, todo lo contrario, quizás llegue a ser una eminencia, porque una sola especialidad puede desempeñarse bien, dos, medio bien y tres o más, mejor no mirar los resultados.
 
Ser madre siempre ha sido una profesión muy complicada y pocas veces reconocida en su real dimensión. Que siempre ha existido, es cierto. Que  no  se  estudia  en ninguna universidad, también es cierto.
 
La mujer que quiere trabajar, atender a sus hijos y ser una buena ama de casa, que se olvide de ser una profesional destacada. Y si quiere ser una profesional destacada, que se olvide de ser una buena madre y ama de casa. Una tarea bien ejecutada, es probable. Representar dos diferentes correctamente, es poco posible.
 
Sería muy hermoso poder decir que una brillante abogada puede ser simultáneamente una gran madre y ama de casa, pero nos estaríamos engañando porque para ser una buena madre, se requiere tiempo completo, no tiempo parcial, y para ser una buena profesional, lo mismo.
 
Entonces, ¿Qué podemos hacer? O es blanco o es negro.
 
 
José M. Burgos S.

martes, 13 de mayo de 2014

EL PASO DE LOS AÑOS


¡Cómo pasa el tiempo! Y no nos percatamos.
 
Parece que fue ayer cuando me reunía con mis  amigos de  juventud a quienes, por caprichos del destino, no he vuelto a ver, pues cada quien tomó su propio rumbo.
 
¿Cómo y adónde se fueron? ¿Qué será de ellos? ¿Cuántos ya habrán muerto?
 
El otoño, o quizás el invierno de mi vida, me ha tomado por sorpresa y no me puedo explicar cómo se esfumó mi juventud.
 
En mi adolescencia, recuerdo haber visto gente mayor a quienes miraba con respeto y cierta admiración y pensaba que estaban muy lejos de mí en edad y no me podía imaginar que yo también llegaría a esa edad. Y no eran ancianos, eran personas que rondaban los cuarenta o cuarenta y cinco años de edad.
 
Hoy, la mayoría de ellos ya no pertenecen al mundo de los vivos y muchos de mis amigos de juventud, tampoco. Los que quedan, tienen nieve en sus cabellos y caminan lentamente. Algunos son mayores que yo, pero muy poco. Unos gozan de mejor salud que otros y están en mejores condiciones físicas, otros sufren quebrantos de salud, pero en todos se nota el inclemente paso de los años. No se parecen ni remotamente a aquellos jóvenes alegres y llenos de vida. Están mucho más acabados que los que yo veía tan alejados de mi edad, que apenas rondaban los cuarenta.
 
Aunque para muchos es difícil aceptarlo, yo admito que estoy viviendo la última etapa de mi vida.
 
¿Que si tengo arrepentimientos? ¡Por supuesto que los tengo! ¿Quién no los tiene? Lo que pasa es que muchos no lo confiesan, pero los tienen, porque todos los seres humanos cometemos errores. Hay cosas que hice y que no debería haber hecho y hay cosas que no hice y que debería haber hecho, pero no me atormento porque sé que lo único que nadie puede cambiar es el pasado.
 
 
 
José M. Burgos S.