Jorge Gastón
Ese día, el 21 de diciembre pero de 1931 nació Rodolfo García Silva, primo hermano, para mí más hermano que primo.
Los dos, hijos únicos, nos criamos juntos; él mucho más tranquilo y estudioso que yo, pero siempre juntos. Padecía de asma., y el médico le recomendó que buscara un país más seco para vivir. Se fue con sus padres a Texas. Allí trabajó en una compañía de ferrocarriles.
Ascendió en poco tiempo. Fue uno de los que creó el sistema de piggy back, los pasajeros llevaban sus autos en el propio tren. Además de estudios avanzados en economía, se hizo taquígrafo y mecanógrafo en inglés, francés y español.
Se trasladaron a Washington y obtuvo una plaza en la Organización de Estados Americanos (OEA). Trabajó por 30 años hasta que se jubiló. Con su segunda esposa se mudó a Miami Beach. Hace unos años, cuando visitaba a sus hijos en Washington, tropezó en un estacionamiento, se dio un fuerte golpe en la cabeza y en unos días murió.
Fue un golpe demoledor para toda la familia.
Desde entonces he estado por dedicarle unas palabras a su memoria. Fue un gran hombre. Logró matricular a su hijo Rudy Nicasio en West Point; hoy retirado con el grado de teniente coronel. Que Dios lo tenga en su Gloria.
Ahora quiero entrar en el objetivo original de este escrito. Se ha mencionado tanto que el 21 de diciembre el mundo se acabará o que se producirán grandes cambios y dado que el tema siempre me ha apasionado, me he dedicado a buscar el origen de estas profecías y si efectivamente hay algo de cierto en ellas.
Por lo que he visto hasta ahora, todo lo ha originado el hecho de que el calendario maya llega hasta ese día. En realidad, aparte de que mi primo nació ese día y yo cumpliré años, será un día como cualquier otro. No pasará absolutamente nada anormal; seguiremos escuchando en las noticias sobre los tiroteos entre narcotraficantes, choques y muertes en las calles y chismes de la farándula para entretenernos un rato. Seguiremos hablando sobre la economía y lo del precipicio fiscal, si caemos o no caemos.
De todos los escritos sobre si ese día será el último o pasarán cosas excepcionales, los informes de la NASA han sido los más convincentes. Todo lo demás es pura fantasía. Pero fantasías tan bien elaboradas que han sido creídas por muchos. Incluso familias solventes han construido bunkers con todo lo necesario para protegerse.
La NASA informa que ha recibido miles de preguntas, hasta de niños, preocupados por lo que pueda pasar ese día.
David Morrisone, astrobiologista de la NASA, ha estudiado a profundidad esta supuesta profecía. Todo parte de la terminación de un ciclo de más de 5 mil años del calendario maya el 21 de diciembre del año actual.
Según los seguidores entre otras tragedias plantean que un gran planeta chocará contra la tierra en el día del solsticio de invierno, que coincide con ese día.
Si esto fuera así, aclara Morrisone, cualquier objeto que pudiera chocar con la Tierra en ese día, tendría que ser visto desde ahora como un gran objeto brillante en el cielo.
Otros predicen el choque con un asteroide. Pero el asteroide más cercano pasará el 13 de febrero del 2013 a unas 25 mil millas, y la NASA asegura que no tocará la Tierra.
Muchos científicos señalan que las preocupaciones sobre la vida en el planeta deben enfocarse en cosas más serias como el calentamiento global. La mayor amenaza a la Tierra durante el 2012 y en el futuro procede de la raza humana, de nosotros mismos, dijo Mitzi Adams, un científico de la NASA.
No tenemos más que ver la cadena de desastres naturales que hemos sufrido este año. Los vehículos y la producción industrial aumentan por días y con ellos el monóxido de carbono, un veneno letal entre otros elementos tóxicos que reciben nuestros pulmones.
Todo esto nos debe poner a pensar.
