domingo, 23 de junio de 2013

¿Jaua dice la Verdad?

De acuerdo a una información emitida por la Agencia de Noticias Efe, el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Elías Jaua aseveró que el Papa Francisco le dijo supuesto presidente Nicolás Maduro que el ex-mandatario Hugo Rafael Chávez Frías, murió pobre.

¿Merece credibilidad un hombre que le miente a su pueblo diciendo que el fallecido presidente se le presentó en forma de pajarito chiquitico y que además, Chávez se comunicaba con él desde el más allá vía Internet? ¿Se puede creer en un individuo que dice que su ex jefe le sugirió a Dios que nombrara como nuevo Papa a un Latinoamericano?

¡Murió en la pobreza! ¡Qué chiste tan malo! Chávez gastó dinero aún después de su muerte, pues existe la duda razonable de que murió en La Habana días antes y que a Caracas llegó el cadáver y el transporte en un vuelo exclusivo vale dinero. Es decir, que aún después de su misteriosa muerte continuó el gasto de dinero hasta que el sepulcro.

En un programa televisivo Jaua sostuvo que el Papa había dicho que Chávez murió sin riquezas. Naturalmente, todos los seres humanos al morir quedan pobres de bienes materiales, pues nada se pueden llevar para el más allá.

Jaua  agregó que Chávez no tenía ni carro, ni casa propia, ni bienes materiales ¡Pobrecito, murió casi en la indigencia! mientras sus ministros y asesores se daban la gran vida despilfarrando el dinero de los venezolanos, ¡Qué risa!

Si con el precio del petróleo más alto de la historia, el país está sumido en profundos problemas económicos ¿A quién se puede culpar? Algo hizo mal Chávez y algo peor está haciendo Maduro, pues el desabastecimiento, aunque quieran negarlo, es evidente.

Jaua en otra entrevista dijo que el pueblo debía elegir entre la patria y papel higiénico, Qué torpeza, como si lo uno tuviera que ver con lo otro. O quizás él no lo usa y por eso, piensa que nadie lo necesita.



José M. Burgos S.


viernes, 14 de junio de 2013

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La libertad de expresión es un derecho que tienen todos los seres humanos y está protegida por la Declaración Universal.

Todos los seres humanos tienen derecho a expresarse dentro de un marco de respeto, sin ser hostigados debido a sus ideas. Por tal motivo, es permitido realizar investigaciones, acceder a la información y divulgarla sin obstáculos.

No se le puede negar a un ciudadano la libertad de expresarse, pero si lo que dice son mentiras, difamaciones o calumnias, puede ser penalizado.

El derecho a manifestar los pensamientos está permitido, pero no es absoluto. La ley prohíbe que alguien, abusando de su privilegio democrático de opinar, suministre información falsa, injurias, que incite a la violencia, al odio y promueva rechazo racial, político o religioso.

La libertad de expresión está ligada a la libertad de prensa, que permite la información a través de los medios de comunicación hablados y escritos sin que el Estado pueda ejercer control antes de su emisión.

Los gobiernos autoritarios o dictaduras atentan severamente contra la libertad de expresión.

Durante las dictaduras, los medios de comunicación sufren profundas mutilaciones en el contenido expresado en las informaciones.

Cabe mencionar que la censura a la libertad de expresión, no sólo es inherente a los medios de comunicación, sino también a la literatura o el cine, lo cual repercute en la vida cotidiana de los ciudadanos. Por consiguiente, nadie tiene derecho a decir lo que piensa en lugares públicos e incluso, en algunos casos, las llamadas fuerzas del orden se entrometen en recintos privados.

Pero no sólo las dictaduras prohíben la libre expresión, también las religiones hacen lo mismo, aunque de diferente manera. Por esta razón, hay libros censurados por ellas. Eso no es un secreto.



José M. Burgos S.


sábado, 1 de junio de 2013

EL DETERIORO DEL SER HUMANO

Con el paso de los años, los seres humanos sufrimos -uno más, otros menos-, el deterioro tanto físico como mental. Esa  es la condición que debemos pagar  a cambio de una vida longeva.

El declive comienza a manifestarse, por lo regular, en el umbral de los cincuenta años de edad, pero, obviamente, existen excepciones.

Sin embargo, la decadencia, no sólo ocurre por la edad, muchas  veces está asociada a accidentes serios o a enfermedades degenerativas.

La llamada tercera edad, vejez o ancianidad, es una etapa de la vida en la cual el cuerpo y las facultades mentales se van desgastando, aunque, cabe resaltar que con  los adelantos de  la ingeniería genética, la ciencia médica  y la calidad de vida, la esperanza  de vida  ha aumentado y el deterioro comienza a edades más avanzadas que hace unos años. Pero, aunque lo neguemos, llega.

Las condiciones de vida para los ancianos se hacen cada día más difíciles ya que, no importa su nivel de educación, se les niegan las oportunidades de trabajo. Por otra parte, aunque mucho lo deseen -porque al fin llegó el momento tan anhelado de la jubilación-, no pueden participar, como pensaban, en eventos sociales porque primero tienen que atender sus citas médicas y porque además, los ingresos no alcanzan.

Cuando se pasa el umbral de los sesenta, se presentan en algunas personas enfermedades propias de la senectud, como Alzheimer, diabetes, cataratas, osteoporosis y problemas renales, entre otras.

El propósito de la geriatría es mejorar la calidad de vida de personas de edad avanzada a través de tratamientos y terapias.

Últimamente se han dado a conocer casos de maltrato a ancianos  por parte de quienes están a cargo de su cuidado en los centros de ancianos. Pero lo más triste e indignante es que no pocos son explotados por su propia familia
lo cual, inevitablemente, afecta su autoestima y deseos de vivir.

Es importante que los jóvenes se concienticen de que las personas de la llamada tercera edad, son humanos que requieren tolerancia y comprensión y tener en cuenta que ellos mismos, si no mueren jóvenes, serán los ancianos del futuro.


José M. Burgos S.