sábado, 27 de agosto de 2011

COSAS INSÓLITAS QUE PASAN EN PLENA CRISIS.


Parece mentira que mientras el país afronta una gran crisis económica, una colosal compañía esté trasladando su división de rayos X digitales de Wisconsin a China.

Anne LeGrand, vice presidente y gerente general del cuidado de la salud de rayos X del planeta, está siendo trasladada de Waukesha, Wisconsin a Beijing, China, al igual que otros altos ejecutivos, incluyendo al jefe de finanzas y al jefe de mercadeo.

LeGrand informó que los productos de rayos X digitales desarrollados en China ya están siendo vendidos en África, el Medio Oriente y América Latina.

Pero como si esto fuera poco, la División que ha existido en Waukesha, Wisconsin durante 115 años, invertirá dos billones de dólares en la capital china, entrenará a más de 60 ingenieros y creará seis centros de investigación.

Esta es la misma compañía que el año pasado ganó más de cinco billones de dólares en Estados Unidos y no pagó ningún impuesto. La que genera muchos más empleos fuera de las fronteras.

El Presidente estadounidense designó al alto ejecutivo Jeff Immelt para la creación de nuevos empleos, pero según parece, se le olvidó especificar en qué país.

Estas son las cosas insólitas e incomprensibles que últimamente suceden en Estados Unidos.

José M. Burgos.


viernes, 26 de agosto de 2011

Es justo y equitatico?


No se sabe hasta qué punto, para muchos ciudadanos valió la pena haber trabajado duro durante los mejores años de sus vidas y haber hecho los aportes correspondientes a la Agencia del Seguro Social, si al final de sus vidas, sus esfuerzos no fueron recompensados con justicia.

¿Es justo y equitativo que quienes trabajaron en este país, devengando un salario al equivalente actual de unos 60.000l dólares anuales durante muchos años, reciban pensiones que oscilan entre los mil y mil doscientos dólares al mes y que, además, se les deduzca casi cien para aportes al Medicare?

¿Es justo que otras personas procedentes de diferentes países, que llegaron ya mayores, reciban más de 700 dólares mensuales, Medicare, Medicaid, sellos de alimentos, rentas bajas y otras ayudas y, además, no tengan que pagar ningún deducible?

Para aquellos ciudadanos que trabajaron durante más de 40 años haciendo sus respectivos aportes a la Agencia del Seguro Social, no es ni justo ni equitativo. Es más, es una burla, además de que se ha cometido una gran injusticia al negarles por primera vez en la historia y durante dos años consecutivos, un aumento a sus mesadas.

Hay algunos casos de personas mayores que han llegado a este país pedidas por sus hijos más para su propia conveniencia que para la de sus padres, pues los piden para que les cuiden los niños y se hagan cargo de los quehaceres domésticos sin tener que pagarle a nadie, pues sus padres se hacen cargo de estas labores y no cobran, pues reciben atención médica gratuita, ayuda económica y muchas veces, también pensiones de retiro que reciben de sus países de origen que les hacen llegar sus familiares a través de terceras personas.

Quienes piden a sus padres deberían tener los medios económicos para hacerse cargo de ellos totalmente y que no se constituyan en una carga para el país, o mejor, para quienes pagamos impuestos. Si no pueden, entonces deberían dejarlos tranquilos en sus respectivos países y si tanto los aman, enviarles dinero para que vivan decorosamente y no desarraigarlos de sus países en los que tienen sus amistades y sus vidas hechas.

El Servicio de Inmigración y Naturalización, antes de emitir una visa, debería estudiarla minuciosamente y no permitir que quienes reciben pensiones de retiro procedentes de otros países reciban ayuda en éste.

Parece mentira, pero hay casos que quienes reciben pensiones de retiro por concepto de los aportes que hicieron al Seguro Social viven peor que quienes nunca trabajaron.

El costo de vida se ha incrementado muchísimo en los dos últimos años y los retirados no han recibido un solo dólar de aumento durante este lapso. Se han convertido en seres desechables y olvidados.

Los poderosos políticos ni siquiera los mencionan, simplemente no existen.

Una cosa es vivir activos después del retiro, otra muy distinta tener que trabajar cuando se está enfermo y casi ya sin fuerzas, pero aparentando lo contrario.

Qué triste es ver a ancianos cansados, enfermos y sin esperanzas, arrastrar sus pies, mientras sacan carritos de los supermercados, muchas veces lloviendo o bajo un sol ardiente, para poder sobrevivir.

Qué triste terminar así la vida.

José M. Burgos S.

lunes, 8 de agosto de 2011

Incertidumbre y angustia en U.S.A.


Para un ciudadano común como yo, es muy difícil comprender cómo hará el gobierno para salir de la profunda crisis económica en que se encuentra.

Pensar que la solución está en reactivar la industria de la construcción es una utopía, ya que para nadie es un secreto saber que hay saturación y que en la actualidad hay muchos locales comerciales, casas y apartamentos desocupados y los bancos no saben qué hacer con los inmuebles que han reposeído. Por lo tanto, la solución no es construir más porque no hay a quién venderle, y esto los urbanizadores lo tienen bien claro y no van a tomar el altísimo riesgo de seguir construyendo cuando la oferta es mayor que la demanda. Por otra parte, los bancos están exigiendo muchos requisitos, y hasta cierto punto, tienen razón.

Ojalá esté equivocado -muchas veces lo he estado-, pero desde mi humilde punto de vista veo muy remota la posibilidad de que este país vuelva a ser la gran potencia económica del pasado. Y no es pesimismo, es que tengo varias razones para pensar así:

Primero, esta nación importa mucho más de lo que exporta, basta con ir a cualquier Centro Comercial para percatarnos de que en muy pocos artículos vemos las palabras "Made in USA" impresas en las etiquetas, lo cual indica que indudablemente, muchos industriales trasladaron sus fábricas a otros países en busca de mano de obra más barata. Lógicamente, este éxodo ha dado como resultado que dentro del territorio estadounidense hayan quedado muy pocas fábricas y naturalmente, la consecuencia ha sido que el desempleo crezca cada día más.

Segundo, mientras se mantengan guerras durante años que consumen millones de dólares por minuto y se inviertan miles de millones en la carrera espacial que carcomen la economía como un cáncer terminal, veo muy difícil que se pueda salir de la profunda crisis económica por la que atraviesa este país, la cual afecta más que todo, a los pobres.

En lo referente a la inmensa deuda externa, yo me pregunto: Si yo tuviera un edificio, una mansión de cinco millones de dólares, tres autos que valen un millón, una cuenta bancaria con cinco millones y, además, ingresos anuales de cinco millones, pero tengo una deuda de mil millones, ¿puedo considerarme un hombre multimillonario o un hombre arruinado? Guardando las debidas proporciones ¿No hay en este ejemplo algo en común con el problema financiero que afronta este país?

No soy político ni economista, pero como ciudadano común que vive dentro de una democracia, tengo derecho a hacer públicos estos interrogantes y otros que atañen no solamente a las personas mayores sino también a las que están discapacitadas que no pueden valerse por sí mismas. ¿Cuál será el futuro que les espera a estas personas que viven en el país más poderoso del mundo? Los poderosos que rigen los destinos de esta nación tienen la palabra.

José M. Burgos S.