sábado, 29 de octubre de 2011

La solución está en la TV


Obama está en campaña, etapa política en la cual se hacen los mejores esfuerzos y sobre todo, las mejores promesas a los electores. En su recorrido de campaña por el estado de Nevada, Obama anunció allí una nueva reforma del “Programa de Refinanciamiento Asequible de Casas” (HARP) para refinanciar hipotecas en problemas.

En mi país, Cuba, caracterizada siempre por la continua falta de alimentos, el régimen castrista para calmar a la población anunciaba la venta de productos del agro en la TV. Claro, esos productos usted no los veía en los mercados que servían a la población, solo en la TV. El pueblo, el fino sentido de humor del cubano, pronto hizo popular un chiste sobre esta propaganda. Le preguntabas a un amigo ¿Dónde tú quieres comprar hoy viandas y hortalizas? Y la chistosa respuesta era, “En el mercado de la televisión” porque ese es el único que está abastecido.

Obama promete que un millón de familias resolverán el problema de sus techos con su nuevo programa HARP, pero si Obama no obliga a los bancos y hace un programa en conjunto con ellos, no veo la forma que su plan tenga éxito a pesar de su buena voluntad. Los traviesos bancos hacen lo que les viene en ganas, y nunca han sido obedientes y respetuosos con el presidente, el gobierno y el ciudadano de este país. Esos programas se han convertido en rutina de la propaganda electoral y nunca se cumplen.

Lo cierto de su discurso, es que si esperamos soluciones del Congreso, podemos dormir a piernas sueltas que demoraran en llegar, si es que llegan algún día. Así que si usted tiene problemas hipotecarios con su casa, resuélvalo como le aconseja el humor cubano, aplique para el plan de la TV, que ese es el mejor.

José M. Izquierdo

jueves, 20 de octubre de 2011

Los indignados somos todos


Como pólvora se ha regado por las principales ciudades del mundo, un movimiento social de protesta que se conocen como, “Los indignados”, y en Miami se hacen llamar, “Ocupemos Miami”. En todas partes sus demandas son similares, protestan contra el creciente abuso y control de poderosas corporaciones que afectan a obreros, al consumidor y la población, de la incapacidad manifiesta de los gobiernos y sus líderes para aplicar soluciones a los grandes problemas sociales de nuestra nación, y las grandes masas de habitantes del mundo. Denuncian también, la subordinación y contubernio de gobiernos y líderes políticos a los intereses de las grandes corporaciones nacionales e internacionales.

Los indignados, o los Ocupados de Miami, carecen de una plataforma política y de líderes visibles, pero crecen y se hacen sentir. Sus reclamos van desde lo sublime a lo ridículo y llaman la atención de la prensa, de diferentes organizaciones sociales como los sindicatos, veteranos de guerra, movimientos indígenas, desempleados, estudiantes, Etc. que se interesan en sus protestas. Con ellos se mezclan anarquistas, extremistas de izquierda y de derecha, y hasta grupos nazis. En Europa, han provocado el caos en numerosas ciudades, donde se hacen sentir con especial violencia. Pero, existen y crecen.

Muchos observan con recelo este tipo de movimiento social, porque ven en ellos el fantasma del socialismo y el anarquismo intrínsecamente ligado a ellos, porque esgrimen símbolos y consignas que nos hacen temer sobre el origen de su base ideológica. Quizás algunos lo hagan por ingenuidad, por ignorancia y otros con marcada intención. Llama la atención además, que aquí en los EEUU, aunque protestan por el mal funcionamiento del gobierno, no se manifiesta contra el presidente Obama y su administración, lo que indica que saben lo que hacen, y que responden a una definida línea ideológica.

Cualquiera que sea el origen y los objetivos de estos grupos de manifestantes, a pesar que carecen de una plataforma política, liderazgo visible y son rechazados por una parte de la sociedad, son grupos que ya tienen un espacio en la sociedad y se hacen sentir. Por eso, no se deben subestimar ni tomar a la ligera.

En Europa su forma especialmente violenta de manifestarse es condenable, pero nadie puede negar que esgrimen verdades muy explosivas he incomodas para poderosos intereses, para los gobiernos y líderes políticos incapaces, sordos y ciegos ante las necesidades de sus pueblos. Sus demandas son además muy atractivas para una gran masa de personas que han perdida la confianza en sus líderes políticos y no ven salida a sus penurias económicas y sociales, por las cuales todos estamos indignados.

José M. Izquierdo

lunes, 17 de octubre de 2011

Las Protesta.

El movimiento de protestas que hay en varios países del Mundo,llega a los Estados Unidos.Es el cansancio de la población que esta hastiada de los gobernantes y los sistemas financiero,que han traído tantos problemas a nuestra economía la cual se encuentra en un callejón sin salida.

Hay muchas ideas y propuestas de los partidos políticos en el poder pero nada se concreta y nada camina hacia delante.Todo se conforma en,los Republicanos tirándole a los demócratas y viceversa,pues no se cuenta,ni se piensa en el pueblo solamente los intereses de los partidos y favorecen a los cavideros de las grandes corporaciones que son los que gobierna este país tras el fondo escondido.

Los Indignados,puede convertirse en una fuerza bien organizada y dirigida que le traiga muchos problemas al gobierno y los partidos políticos.Es la izquierda que pide justicia,mejor nivel de vida,eliminar el desempleo,mejor educacion y mantener los programas de Seguridad Social.

Julio Rivadulla.

viernes, 7 de octubre de 2011

EL PRECIO DEL AMOR ES EL DOLOR.


Es frecuente escuchar expresiones como: "La vida es linda", "Qué bella es la vida", "Cada día es un milagro", "Qué hermoso es amar", "Los hijos son bendiciones del Cielo" y otras por el estilo.

Pero, ¿quién en realidad es completamente feliz? ¡Nadie! Y mientras más se vive, más se sufre.

Se sufre el dolor de ver enfermos y morir a familiares y amigos, se sufre el deterioro físico y mental, se sufre la marginación por parte de la sociedad, ¿Es acaso esto la llamada felicidad?

Cada vez que un familiar o amigo cumple años solemos desearle muchísimos más de vida y es que muchas personas en realidad desean vivir largas existencias, pero, ¿a cambio de qué? De que su salud sea cada día más frágil, de que arrastren trabajosamente sus pies, muchas veces con la ayuda de un bastón como si el suelo que pisan tuviera magnetismo. su rostro coronado de arrugas y la fortaleza de otros días, declinada. Y su sonrisa, su sonrisa es tan sólo una mueca a la que asoma el llanto.

¿Y el amor? El amor va siempre ligado al dolor. Yo amé mucho a mis padres a pesar de que en un momento de pasión me condenaron al tormento de la vida y cuando falleció mi madre debido a una dolorosa y larga enfermedad, ante mi impotencia, yo también creí que moriría de dolor, tanto que hubiera preferido mil veces no haber nacido.

Yo no pedí nacer, nadie pidió mi consentimiento. Y sin embargo, aquí estoy, navegando hacia el mismo puerto al cual nos dirigimos todos: ricos y pobres, poderosos y débiles, hacia el puerto de la muerte.

Dios no tiene preferencias, porque si las tuviera, no sería justo. No obstante, a unos les da riquezas y a otros pobreza, unos tienen hijos saludables y otros niños que sin haber cometido pecado alguno, nacen con enfermedades dolorosas e irreversibles, rodeados de miseria.

Soy consciente que en las manos de Dios soy mucho menos que una brizna de arena del océano y, por lo tanto, no soy nadie para cuestionar sus designios. Pero me pregunto: ¿Por qué el Todopoderoso en su infinita justicia le da más a unos que a otros? Yo, con todos mis defectos, procuro repartir lo que tengo en iguales proporciones a mis hijos; si tuviera el poder, no le daría a uno más años de vida que a otro, ni más salud a uno que a otro, ni más felicidad a uno que a otro, todos tendrían exactamente las mismas oportunidades. No podría tener predilecciones.

Quien más vive, más sufre y quien más ama, más sufre. La razón es muy simple, quien no ama, es frío y no tiene sentimientos, por ende, no sufre cuando un familiar o amigo padece de una prolongada y dolorosa enfermedad ni cuando muere.

Muchas personas se casan porque creen estar enamoradas, otras, porque le temen a la soledad, estas últimas, tarde o temprano, dejarán sola a la persona a la que unieron su vida o viceversa.

Otras personas no unen su vida a otras por temor a las responsabilidades que el matrimonio conlleva y al dolor que genera.

Si alguien se queda solo para siempre, sufrirá solo y terminará su existencia igual.
Otro que opta por compartir su vida con otra persona, tendrá hijos, unos buenos y otros malos. Eso no es una escritura.

Quienes tienen hijos buenos, sufrirán cuando ellos sufran, cuando se enfermen, cuando tengan accidentes y cuando mueran. Quienes tienen hijos fríos y que tomaron un camino torcido, también sufrirán por su comportamiento y porque también tienen accidentes, se enferman y mueren.

Y al final de nuestras vidas, si hemos "tenido la suerte" de tener la compañía de una persona que unió su vida a la nuestra y nos dice el médico que sufre una enfermedad terminal y dolorosa, ¿qué nos espera? Más lágrimas de impotencia y desear que la muerte nos libere pronto de esta agonía ¿Qué podemos desear cuando nos quedamos completamente solos? ¿Cuando todos nuestros seres queridos que nos acompañaban se han ido para siempre?

Nadie nos pidió nuestro consentimiento para venir a este mundo lleno de dolor y de injusticias. La vida es dura, y a pesar de eso, todos queremos vivir largas existencias, excepto los suicidas que no soportan la vida cuando ésta ha perdido todo objeto.

¿Habrá alguien que es víctima de una gran injusticia o que sufre el dolor de ver a un ser querido condenado a una dolorosa y prolongada enfermedad decir que la vida es bella? Dicen los hijos son el fruto del amor, pero, ¿dirá acaso esto quien ve que sus pequeños desfallecen de hambre y no puede conseguirles un pan para mitigarla?

En este mundo de apariencias, la gente suele colocar en sus rostros caretas que aparentan una felicidad inexistente, porque temen ser compadecidos por los demás, como si el sufrimiento no formara parte de la vida.


José M. Burgos S.

jueves, 6 de octubre de 2011

Yara, en los recuerdos


Céspedes fue el gestor de aquel amanecer glorioso,

que a la amada tierra cubana pintó de rojo color,

alzando por vez primera un grito liberador,

uniendo a blancos y esclavos en una nueva nación.

¡Viva Cuba libre! gritaron, ese día y hoy se escuchan,

voces que lo repiten recordando aquella gesta.

Porque Cuba hoy no es libre, ni tampoco soberana,

como Céspedes soñó en aquella madrugada.

Hombres valientes se alzaron como símbolos sagrados,

en una nación que nacía librando cruentas batallas,

llenando de orgullo y gloria a la manigua cubana,

con hechos que son ejemplo de valor y de heroísmo

Ilustres aquellos nombres que adornaron la manigua,

Céspedes, Gómez, Maceo y muchos otros patriotas,

frutos de aquel octubre que pario tanta hidalguía,

abonando con su sangre la semilla libertaria.

España se estremeció cuando un grupo de valientes,

desafiaron a la muerte por ver a su patria libre.

La libertad le otorgaron los amos a sus esclavos,

y desde ese día lucharon juntos como cubanos.

El “Grito de Yara” fue, una chispa que encendió,

la llama que terminó con la colonia española,

que sometía al cubano igual que lo hacen hoy,

Hombres que no merecen la gloria de ser cubanos.

La campana que un amanecer, llamó en Yara a la lucha,

pidiéndole a los cubanos pelear por su libertad,

triste observa hoy que Cuba, aun sigue siendo esclava,

no es libre ni soberana, como Céspedes soñaba.

José M. Izquierdo