lunes, 8 de agosto de 2011

Incertidumbre y angustia en U.S.A.


Para un ciudadano común como yo, es muy difícil comprender cómo hará el gobierno para salir de la profunda crisis económica en que se encuentra.

Pensar que la solución está en reactivar la industria de la construcción es una utopía, ya que para nadie es un secreto saber que hay saturación y que en la actualidad hay muchos locales comerciales, casas y apartamentos desocupados y los bancos no saben qué hacer con los inmuebles que han reposeído. Por lo tanto, la solución no es construir más porque no hay a quién venderle, y esto los urbanizadores lo tienen bien claro y no van a tomar el altísimo riesgo de seguir construyendo cuando la oferta es mayor que la demanda. Por otra parte, los bancos están exigiendo muchos requisitos, y hasta cierto punto, tienen razón.

Ojalá esté equivocado -muchas veces lo he estado-, pero desde mi humilde punto de vista veo muy remota la posibilidad de que este país vuelva a ser la gran potencia económica del pasado. Y no es pesimismo, es que tengo varias razones para pensar así:

Primero, esta nación importa mucho más de lo que exporta, basta con ir a cualquier Centro Comercial para percatarnos de que en muy pocos artículos vemos las palabras "Made in USA" impresas en las etiquetas, lo cual indica que indudablemente, muchos industriales trasladaron sus fábricas a otros países en busca de mano de obra más barata. Lógicamente, este éxodo ha dado como resultado que dentro del territorio estadounidense hayan quedado muy pocas fábricas y naturalmente, la consecuencia ha sido que el desempleo crezca cada día más.

Segundo, mientras se mantengan guerras durante años que consumen millones de dólares por minuto y se inviertan miles de millones en la carrera espacial que carcomen la economía como un cáncer terminal, veo muy difícil que se pueda salir de la profunda crisis económica por la que atraviesa este país, la cual afecta más que todo, a los pobres.

En lo referente a la inmensa deuda externa, yo me pregunto: Si yo tuviera un edificio, una mansión de cinco millones de dólares, tres autos que valen un millón, una cuenta bancaria con cinco millones y, además, ingresos anuales de cinco millones, pero tengo una deuda de mil millones, ¿puedo considerarme un hombre multimillonario o un hombre arruinado? Guardando las debidas proporciones ¿No hay en este ejemplo algo en común con el problema financiero que afronta este país?

No soy político ni economista, pero como ciudadano común que vive dentro de una democracia, tengo derecho a hacer públicos estos interrogantes y otros que atañen no solamente a las personas mayores sino también a las que están discapacitadas que no pueden valerse por sí mismas. ¿Cuál será el futuro que les espera a estas personas que viven en el país más poderoso del mundo? Los poderosos que rigen los destinos de esta nación tienen la palabra.

José M. Burgos S.



3 comentarios:

  1. NO SOLO QUE LE ESPERA A LOS POBRES,HAY QUE DECIR QUE NOS ESPERA AL 99% DE LA POBLACION,QUE CADA VEZ ESTAMOS MAS DISTANTES DEL 1% QUE POSEE EL 40 % DE LA RIQUEZA NACIONAL.
    CREO QUE LO QUE ESTAMOS VIENDO ES EL FIN DE UN SISTEMA QUE FUNCIONO POR CIERTO TIEMPO Y QUE SUS PROPIAS CONTRADICCIONES LO ESTAN LLEVANDO A LA AUTODESTRUCCION,COMO TODAS LAS GRANDES POTENCIAS DE LA HISTORIA.
    EN ESTOS MOMENTOS NO HAY PRESIDENTE ACTUAL O FUTURO O PARTIDO POLITICO QUE PUEDA RESOLVER EL PROBLEMA,SIMPLEMENTE LA SOLUCION ESTA FUERA DE SU ALCANCE,LO UNICO QUE HARAN SERA CULPARSE MUTUAMENTE CON FINES ELECTORALES.

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  2. muy bueno su comentario de donde se dirige el pais,desgraciadamente cousido con usted.Jacinta

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