miércoles, 29 de enero de 2014

EL LICOR Y SUS CONSECUENCIAS

El alcoholismo es una enfermedad producida por la adicción al licor que puede tener múltiples orígenes, como por ejemplo, el ambiente en el que vive el adicto.
 
Como suele suceder con otro tipo de adicciones, el alcoholismo puede ser ocasionado por diferentes factores: el ambiente social o de trabajo, una profunda decepción amorosa, la influencia que ejercen algunos amigos, la frustración, el sufrimiento y múltiples motivos más.
 
No es difícil detectar a un alcohólico debido a su aliento, a la aguda necesidad de consumir licor que manifiesta con cualquier pretexto. El nerviosismo y la desesperación que experimenta cuando no puede ingerir alcohol es inocultable.
 
El alcoholismo puede ser un camino hacia la muerte debido a que ingerir grandes cantidades de alcohol, puede provocar afecciones de tipo hepático como la cirrosis, hemorragias internas y hasta desenlaces fatales, como el suicidio o un accidente de tráfico por conducir en estado de ebriedad.
 
Al igual que ocurre con las drogas altamente adictivas, el consumo excesivo del licor, con el tiempo, va causando adicciones y el afectado necesitará consumirlo cada vez con mayor frecuencia para calmar su estado de ansiedad y euforia.
 
Lo más triste es que el alcohólico, por perder en cierta medida el uso de la razón, se convierte en un ser irresponsable y terco que no le importa manejar un vehículo en alto estado de ebriedad, sin pensar que este proceder no sólo puede causar su propia muerte, sino la de otros porque sus reflejos para manejar, aunque no lo admita, están afectados.
 
Pero los accidentes de tráfico no son los únicos riesgos a los que está expuesto un alcohólico, también implica la pérdida del trabajo, de amistades y hasta de algunos vínculos familiares.
 
Es muy difícil luchar contra las adicciones, pero vale la pena intentarlo y no formar parte de un número más de estadísticas fatales.
 
 
José M. Burgos S.

VIDA Y MUERTE

La vida y la muerte están ligadas, no puede existir la una sin la otra. Todo ser viviente nace y muere.
 
El hombre siempre ha estado preocupado por lo que sigue después de la muerte y gracias a esta preocupación, surgieron religiones y sectas, éstas últimas continúan apareciendo casi a diario.
 
Las religiones están sustentadas con base a la fe, la cual es una luz de esperanza, pues supone que la muerte no implica la extinción del ser humano. El alma -o ánima- que le da movimiento al cuerpo físico, continúa existiendo de forma inmaterial, sobrenatural e intangible.
 
Por consiguiente, la muerte sería algo así como un puente, un paso de una realidad a otra, a la que se accede, obviamente, sin el cuerpo físico, cuyos despojos, poco a poco, quedarán convertidos en polvo. 
 
Así es, muchos seres humanos están acostumbrados a vivir de apariencias, a engañar, a mentir, a sentirse superiores a los demás, a discriminar por sexo, color, estatura, religión, costumbres, etc. 
 
La arrogancia es un veneno que adormece la conciencia.
 
La mentira tiene malas consecuencias y esclaviza.
 
Las religiones -no todas-, constituyen un freno contra la perversidad, la inmoralidad y el delito. Sobre todo, porque los creyentes temen mucho al castigo eterno.
 
Lo más sensato es que nuestras acciones sean el resultado del amor y no del temor y no olvidar que todo tiene una consecuencia, y la de vivir es morir. 
 
 
José M. Burgos S.

viernes, 24 de enero de 2014

LA CALIDAD DE VIDA

Se entiende por calidad de vida, el cálculo que se utiliza para determinar el nivel de ingresos y medios para vivir con que cuenta una comunidad, una familia o un individuo.
 
Cuando se habla de calidad de vida, bien sea de una persona, un grupo o una nación, se hace referencia a aquellos elementos que hacen que la vida sea digna, decorosa y, por lo tanto, satisfactoria.
 
Algunos bienes que contribuyen a la calidad de vida, incluyen, una vivienda digna, con servicios de agua potable, electricidad y teléfono. Igualmente, alimentos y ropa.
 
Además de lo anterior, existen otros elementos que determinan una vida digna, como el derecho a la educación, el respeto a los derechos civiles y religiosos y no estar expuestos a situaciones de discriminación, xenofobia y violencia.
 
 
José M. Burgos S.

martes, 14 de enero de 2014

Cuando un ser querido se va

La pérdida de un ser querido, es quizás el dolor más grande que puede sufrir un ser humano, aunque hay personas tan duras que casi no le prestan importancia.
 
Pero dentro del contexto normal, la verdad es que las personas reaccionan de diferentes maneras. Unos se atormentan, lloran, se asustan, se sienten confundidos y hasta se enojan con Dios. Otros, aunque con profunda pena, toman esta experiencia con resignación porque aceptan los designios del Todopoderoso, si son creyentes, o de la naturaleza, si no lo son.
 
Después de la pérdida, a muchas personas les es difícil trabajar, estudiar, comer y conciliar el sueño. Otras, pierden el interés por actividades que antes disfrutaban. Algunos se entregan a la bebida y otros, pierden la ilusión de vivir y optan por el suicidio.
 
El duelo causado por la pérdida de un ser querido, genera reacciones emocionales, espirituales y físicas. Estas reacciones pueden incluir: profunda tristeza, desilusión, mal humor, rabia y desesperación. 
 
Hay quienes reaccionan cuestionando sus creencias religiosas y no logran encontrar nada que justifique su dolor. 
 
A veces, el proceso de recuperación puede ser lento y las heridas cicatrizan, pero quedan sus huellas imborrables.
 
Después de la pérdida, muchas personas intentan consolarnos en vano, pues no hay palabras que mitiguen el dolor.
 
 
José M. Burgos S.

lunes, 6 de enero de 2014

EL PACIENTE TERMINAL


Un paciente terminal, lógicamente, es aquel que no tiene posibilidad de sobrevivir a determinada enfermedad porque su mal no tiene cura o porque el estado de su mal es tan avanzado, que no existe ni la más remota esperanza.
 
La palabra muerte inminente, aterroriza tanto al paciente como a sus familiares que se sienten apesadumbrados e impotentes ante la fatal noticia.
 
Todos vamos a morir, eso es lo único seguro que tenemos en la vida, pero lo que ninguno quiere saber es la fecha exacta.
 
Ante lo inevitable, surgen muchas interrogantes, por ejemplo, si el paciente comienza a sufrir horribles dolores y va a permanecer con esa agonía un largo periódo de tiempo, muchas personas piensan en la posibilidad de la eutanasia por piedad. También se piensa en esta posibilidad cuando el enfermo tiene que ser conectado a respiradores artificiales y a tubos que lo mantengan vivo, pero sin la más remota posibilidad de subsistencia.
 
La ciencia ha avanzado mucho y con ella también la medicina. Hoy en día existen aparatos tan sofisticados, que hace menos de cincuenta años, nadie se imaginaba, pero siempre existe un límite; un límite que la ciencia no puede atravesar, por eso siempre han existido, existen y existirán enfermedades terminales.
 
Encontrarse en la etapa terminal de una enfermedad y ser consciente de ello, es quizás. el trance más difícil al que se puede enfrentar un ser humano y sus familiares.
 
Las personas no queremos admitir que todos estamos expuestos a sufrir una situación terrible, pero todos estamos en riesgo.
 
En la actualidad, hay muchas enfermedades terminales como el SIDA, el Alzheimer, algunos tipos de cáncer en estados avanzados y muchas más.
 
Por esta razón, mientras gocemos de buena salud, lo mejor que podemos hacer es disfrutar la vida dentro de ambientes agradables y sanos.
 
 
 
José M. Burgos S.