miércoles, 25 de septiembre de 2013

UN GRAN COMPLEJO

Es muy triste decirlo, pero parece que algunos latinoamericanos sufren de un enorme complejo de inferioridad, pues denigran de sus propias raíces.
 
Estas personas parece que se deleitaran hablando y escribiendo mal de los hispanos como si ellos no lo fueran.
 
A este país han llegado muchos latinoamericanos -la mayoría- trabajadores, honestos y responsables, pero claro, siempre han existido, existen y existirán delincuentes, pero esa no es una exclusividad de los hispanos. Hay personas de todas las nacionalidades que cometen asesinatos masivos, que engañan, que roban y que hacen cualquier cosa por dinero.
 
Al criticar a quienes nacieron al sur del Rio Grande, se critican a sí mismos y también a sus familiares, por lo tanto, no se puede generalizar, nadie puede decir: ''los latinoamericanos son de mala fe, perezosos e irresponsables con la excepción mía y la de mi familia".
 
Se cambian los nombres, Juan se convierte en John, Jorge, en George, Pedro, en Peter, Antonio, en Anthony o Tony y se avergüenzan de hablar en español, aunque tengan acentos como catedrales de grandes.
 
Cuando llegan los estadounidenses a países latinoamericanos, George continúa llamándose, George, y Peter, Peter y no se avergüenzan de hablar entre ellos en inglés ¿Por qué nosotros si?
 
Debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces y en vez de criticar, buscar y mostrar las cosas buenas que tenemos con la frente en alto, ¿O es que acaso en nuestros países no han existido ni existen científicos, escritores, pintores, y otros personajes destacados?
 
Que estadounidenses, canadienses, asiáticos, europeos, africanos y australianos se den cuenta de que tenemos valores éticos que nos enorgullecen.
 
La crítica es destructiva, la autocrítica aún más.
 
 
 
José M. Burgos S.

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