SABINA COVO
El
tema de la ley de salud de Estados Unidos, más que un debate
partidista, se ha convertido en una burla a la dignidad del consumidor,
de parte del Congreso y de su mayoría en la Cámara republicana. Me
genera varios sinsabores por varias razones: la primera, he conocido
muchas familias que no tienen seguro médico y que han sufrido mucho por
no tener acceso a tratamientos de salud; la segunda, he vivido en carne
propia, teniendo la oportunidad de
contar con un
seguro de salud, lo que es pagar altos deducibles hospitalarios y
costos impresionantes por medicinas y tratamientos; y la tercera, es
evidente la gran cantidad de publicidad engañosa que ha usado el Partido
Republicano para hacerle creer a la gente, sobre todo a nuestra gente
mayor, que la ley de salud les va a quitar su “libertad”.
Las personas mayores merecen mucho respeto, sobre todo cuando debido al Medicare,
un programa de salud proporcionado por el gobierno, ya tienen sus
tratamientos de salud asegurados. Muchos anuncios se han transmitido en
diferentes canales diciéndole a la gente mayor que perderán su Medicare
si hay una reforma de salud, y peor aún, que perderán la capacidad de
elección de sus médicos. Esto es una completa mentira. Analicen el doble
mensaje del Partido Republicano al respecto: todo el año pasado los
republicanos de la Cámara han atacado al presidente Barack Obama porque
se ha opuesto a los recortes al Medicare. Y esa misma retórica la
utilizaron candidatos republicanos a mediados del año 2010, en la
campaña para el Congreso, con el lema de recortar estos programas
públicos.
Hoy,
dos años después, una vez más el mensaje de los republicanos para
seguir tratando de derogar la ley de salud es que la ley recortaría el
Medicare para financiar parte del programa, pero al mismo tiempo dicen
que es un
impuesto adicional sin precedentes. Ambos no ciertos. Lo que ahora
llaman recortes, en realidad son ahorros para el sistema que le daría
seguro médico a más de 30 millones de personas y que economizaría
millones de dólares en deudas de hospital que terminamos pagando los
contribuyentes. Los mencionados recortes al Medicare son ahorros que
resultarían de subsidios a compañías privadas que venden Medicare Advantage Plus, que ofrecen extras al sistema del Medicare, no al Medicare ni a los médicos que lo sirven.
Los
republicanos se han gastado 50 millones de dólares en publicidad
negativa y en muchos casos
engañosa acerca de la ley de salud, generando el pánico entre las
personas mayores de 65 años, que representan un gran porcentaje del
electorado. Derogar, derogar, derogar, ha sido la política republicana,
sin dar ninguna solución a este gran problema que afecta sobre todo a
las personas menores de 65 años, a las minorías y a la clase media.
De
acuerdo al Servicio de Investigaciones del Congreso, a los
contribuyentes les cuesta $24 millones a la semana la operación del
Congreso, y ya se han gastado más de 2 semanas en las horas
implementadas para tratar de retirar una ley ya aprobada y firmada y que
la Corte Suprema ya ha encontrado constitucional. ¿No creen que esos
$48 millones de los contribuyentes se deberían
haber utilizado mejor en medidas bipartidistas para mejorar nuestra
economía? O en última instancia, ahorrarse el esfuerzo y, como dicen los
analistas republicanos, ahorrarlos para contribuir con medidas de
austeridad.
www.sabinaopina.com
Estos politicos solo mira sus beneficios llevan 50millones en procedimientos para que no pasara la ley de salud.Quien paga eso?Señores es cierto que la Ley tiene problema pero por lo meno no hay ninguna.hacerto que los republicanos quieran modificarla para hacerla mejor pero no para quitarla y despues que!!!!!!!!!!!Ramiro
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