domingo, 22 de julio de 2012

Desalojo en la “Yuma”

“La Mona, aunque la vistan de seda sigue siendo Mona”, y un desalojo por necesario y justo que sea, si no ofrece a los desalojados una solución, una protección o amparo, es una injusticia por muy justificado y legal que sea.
El edificio de la pequeña Habana que inspectores de la ciudad de Miami ordenaron desalojar, por  no tener las condiciones mínimas necesarias de higiene y seguridad para los vecinos que lo habitan, muestra que los problemas de procedimientos de las autoridades competentes, son tan graves y peligrosos para los vecinos, como el deplorable estado del edificio clausurado.
Las imágenes que vemos en los noticieros de la TV, muestran que los vecinos del edificio en litigio, son en su gran mayoría personas de avanzada edad, seguramente retirados, incapacitados y de bajos recursos. Personas que sin temor a equivocarnos podemos asegurar que se resignaron a vivir en las condiciones de inseguridad e insalubridad del lugar, porque sus posibilidades económicas y en casos sus capacidades físicas, no les permiten otra opción mejor.
Encontrar una nueva vivienda (Renta) en estos tiempos, es una tarea difícil para cualquier persona, incluso para jóvenes, aptos física y mentalmente y para personas que dispongan de los recursos económicos necesarios, condiciones que no tienen al parecer, los vecinos de ese edificio.
En este caso de indiscutible necesario desalojo de un inmueble que esta en pésimas condiciones de habitad, se dejaron crecer los problemas hoy presentes de forma irresponsable, los mismos debieron haber sido señalados y resueltos por etapas, que aparentemente se violaron. Ahora como siempre, la soga revienta por el lado más débil, las consecuencias las pagan los más débiles e indefensos inquilinos, y las responsabilidades quedaran en el “Solar de nadie”.

José M. Izquierdo

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