sábado, 17 de mayo de 2014

Hacer algo, pero hacerlo bien


Para ejercer bien una profesión hay que dedicarse a ella.
 
Es lindo suponer que es posible tener muchas destrezas a la vez y ejercerlas con mucha eficiencia, pero desafortunadamente, no es así. A lo sumo, podemos  hacer una cosa  bien, y a veces,  ni siquiera eso.
 
Un médico, por ejemplo, puede especializarse en una o más ramas, pero siempre y cuando éstas estén relacionadas con la medicina. Por lo tanto, si una persona pretende ser excelente en su profesión u oficio, tendrá que abandonar otras expectativas y jamás podrá ser tildado de mediocre, todo lo contrario, quizás llegue a ser una eminencia, porque una sola especialidad puede desempeñarse bien, dos, medio bien y tres o más, mejor no mirar los resultados.
 
Ser madre siempre ha sido una profesión muy complicada y pocas veces reconocida en su real dimensión. Que siempre ha existido, es cierto. Que  no  se  estudia  en ninguna universidad, también es cierto.
 
La mujer que quiere trabajar, atender a sus hijos y ser una buena ama de casa, que se olvide de ser una profesional destacada. Y si quiere ser una profesional destacada, que se olvide de ser una buena madre y ama de casa. Una tarea bien ejecutada, es probable. Representar dos diferentes correctamente, es poco posible.
 
Sería muy hermoso poder decir que una brillante abogada puede ser simultáneamente una gran madre y ama de casa, pero nos estaríamos engañando porque para ser una buena madre, se requiere tiempo completo, no tiempo parcial, y para ser una buena profesional, lo mismo.
 
Entonces, ¿Qué podemos hacer? O es blanco o es negro.
 
 
José M. Burgos S.

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