Espejos que debemos mirar

Los ecos de la recesión económica que sacuden a España y Grecia, llegan a América como un lejano susurro.

En estas tierras de América pensamos: Eso es allá en Europa, muy lejos, no tiene nada que ver con nosotros, aquí estamos protegidos, vivimos en el país más poderoso del mundo.

Pero podemos estar equivocados y un día, llevarnos una desagradable sorpresa igual que les pasó a los españoles y los griegos.

No podemos olvidar, que así mismo pensaban ellos y hoy, protagonizan actos de violentas protestas en las calles de Madrid y Atenas, porque no se resignan a perder los beneficios y concesiones que consideraban justos y eternos, y no están de acuerdo con las medidas de austeridad necesarias para salvar la economía de esos países.

Hace sólo unas décadas, España era una de las economías más fuertes de la UE, hasta que llegó al poder el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, e implementó una cargada agenda de populistas programas de beneficios sociales, impulsando una irresponsable y desenfrenada escalada de gastos que endeudaron al país, y lo llevaros a la crisis que hoy padecen: Creció el gobierno y sus gastos, los gastos en beneficios sociales.

Pero creció también el desempleo y la deuda nacional de España y Grecia que se hicieron insostenibles, llevando al país a las puertas del caos social y económico.

Nosotros aquí en América, seguimos mirando lo que pasa en España y Grecia como algo lejano, ajeno a nosotros, nos separa de ellos la inmensidad del océano, la ceguera y la falta de previsión. Pero debemos tener presente, que los ingredientes que están provocando la crisis económica social de España y Grecia, son exactamente los mismos ingredientes que están presentes en el entorno social y económico de esta nación: Desempleo, una irresponsable escalada de gastos sociales, crecimiento del gobierno y sus gastos y en especial, un rápido y peligroso aumento de la deuda nacional.

Aunque tengamos la percepción que la tormenta económica social de España esta lejos y es ajena a nosotros, son hechos que no debemos ignorar y espejos a los cuales debemos mirar.

José M. Izquierdo