Se deteriora la calidad de los servicios

Cuando varias compañías que ofrecen el mismo servicio o producto se unen, nacen poderosos monopolios que concentran las riquezas, manipulan los precios, rompen la ley natural del libre mercado sobre oferta y demanda, y ofrecen un pésimo servicio al consumidor.

Trabajadores de la construcción por accidente, cortaron el cable que suministra servicio de TV, internet y teléfono a mi casa y vecino, llamamos a la compañía para restaurar el servicio y me hicieron una cita para tres días después. Le aconseje a mi vecino que reportara la avería del servicio a su casa por separado y no confiara en el reporte que yo había hecho, no lo considero necesario porque el mismo cable alimenta a las dos casas. Cuando a los tres días los técnicos vinieron a reparar la avería, restablecieron el servicio a mi casa y no a mi vecino, alegando que el reporte que tenían no incluía la dirección de mi vecino y que el tenia que reportar por separado su problema. Mí vecino estuvo dos días más sin servicio por este absurdo acto de burocracia.

Este no es un caso aislado, es la norma, me ha sucedido otras veces con este y otros servicios, ya las grandes compañías no atienden casos de urgencia ni les importa mucho la opinión del cliente, porque saben que no tenemos donde escoger otra compañía de cable que pueda darnos servicio. Los monopolios son dueños de los supermercados, las comunicaciones, la medicina, la electricidad, gasolina y casi todos los servicios y productos que consumimos y usamos y la atención al cliente se deteriora.

Cuantas veces vamos a un turno medico para las 9 AM y nos atienden a las 3 PM, vamos a un supermercado y la fila nos desespera porque no hay cajas abiertas para pagar, compramos un seguro o una garantía que no cubre lo que ofrece, escuchamos un anuncio de un producto o servicio que es un engaño; Pero no pasa nada.

Existen instituciones y comisiones para defender y vigilar los derechos del consumidor pero, ¿Funcionan? La realidad es que se han convertido en grupos de burócratas vendidos a los intereses que deben regular, y solo son una carga pública para el contribuyente por los altos salarios que reciben con fondos públicos. ¿Que esperan nuestros políticos comunitarios para entrar en este campo lleno de mala hierba y cortarla? El servicio al consumidor y la atención al cliente, se han convertido en una falta de respeto a la población y debe tener una solución. Recibimos muy mala atención, muy mal servicio, que no están en correspondencia con los altos precios que pagamos.



José M. Izquierdo