En una carta publicada el 9 de enero, ¿Crisis o cambios?, Juan Carlos León asegura que la mayoría de los estadounidenses están equivocados cuando hablan de crisis, porque, según él, lo que estamos experimentando es una serie de cambios.
Lo cierto es que la deuda externa que experimenta actualmente Estados Unidos es la más profunda de todos los tiempos y cada día que pasa, es mayor.
Quienes han perdido sus casas –que son millones, sus empleos, y no han podido conseguir otro, a pesar de tocar muchas puertas, porque tienen una familia que alimentar y copan su tiempo buscando un trabajo que les permita sobrevivir, no pueden ser tildados de papagayos, ellos están sintiendo en carne propia una crisis.
No todos tienen la fortuna de haber conservado sus trabajos, ni todos tienen la capacidad intelectual del señor León para, en tiempos difíciles, agigantarse ante la adversidad y salir más fortalecidos. Hay muchos profesionales, inclusive altos ejecutivos, que han perdido sus fortunas.
Hay personas muy capacitadas que hablan varios idiomas, que tienen una profesión con especializaciones y no han podido conseguir trabajo. Otras, que no lo son tanto, como carpinteros, jardineros, agricultores, vendedores, mucho menos.
Si todos nos enfocáramos a un cambio por la globalización y nos dedicamos a especializarnos en el campo de la informática, ¿quién haría los trabajos tradicionales?
El asunto no es tan fácil como le parece al señor León. ¿Qué fórmula tendrá para las personas que ya no pueden trabajar porque están muy ancianas y su poder adquisitivo es cada día menor porque han sido olvidadas? ¿Qué fórmula tendrá para quienes lo perdieron todo porque invirtieron sus ahorros en la bolsa de valores (401K), asesorados por expertos?
Las personas como el señor Zuckerberg, el señor Jobs (q.e.p.d.), el señor Gates y otros, son una minoría, y no todos tienen el talento de ellos.
Si las épocas de crisis son grandes oportunidades para fortalecerse, entonces éste es el momento ideal para viajar a Grecia, Italia o España, por citar tan sólo a tres países de los muchos que atraviesan una profunda crisis (¿o cambio?) para amasar grandes fortunas.
Un país en el que día a día su deuda crece desenfrenadamente y sin control, un país que ha dejado de ser industrializado porque la mayoría de sus fábricas emigraron a otros países e importa más de lo que exporta, ¿está en crisis o está experimentando un cambio?
Hay una gran cantidad de papagayos: los ancianos a quienes ya no les alcanza el dinero para sobrevivir decorosamente, los trabajadores de la construcción que por buscar el pan de cada día no tienen tiempo de estudiar informática, los agricultores que por generaciones trabajaron la tierra y muchos más que sufren los rigores de la pobreza.
Tildar de papagayos a quienes no han encontrado una salida a sus problemas económicos, es un insulto.
José M. Burgos S.
Julio no hay dudas tienes muchos elementos muy ciertos en tu escrito!!!!
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muy bueno este escrito de Jose M burgos.
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