MONOPOLIOS:

El concepto de economía de mercado tiene sus fundamentos principales en la libre competencia, la concurrencia libre en el mercado de ofertantes que producen bienes o servicios similares y, a su vez, consumidores que toman decisiones libres sobre sus compras. La fusión de grandes compañías que de por sí, ya son poderosos monopolios, tienen profundas consecuencias negativas en el mercado, afectan la libre competencia, los precios y el mercado laboral.

Hace muy poco tiempo, la comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó el acuerdo de compra de NBC Universal, por parte de Comcast, la mayor proveedora de televisión por cable de los EEUU, creando así, un gigante del sector audiovisual e Internet.

Ahora, la operadora telefónica estadounidense AT&T informó la compra de T-Mobile USA a la alemana Deutsche Telekom, una transacción valorada en unos 39.000 millones de dólares, una operación que crearía el mayor operador de telefonía celular de Estados Unidos y transformaría el panorama de la competencia en el sector. Las autoridades reguladoras en un abierto contubernio con los grandes monopolios, autorizan estas fusiones, que se incrementan en todos los sectores de la economía norteamericana.

La creación de grandes cadenas de supermercados y farmacias, terminaron con los pequeños mercados y farmacias de barrio. Las grandes compañías de salud, terminan con la práctica de médicos independientes. Las grandes aseguradoras, son un ejemplo muy claro de lo que pueden hacer estos enormes monopolios con los precios y la cobertura de sus servicios. FPL, las aseguradoras y otros grandes monopolios, hacen lo que quieren con la legislatura en Tallahassee y la pomposa “Comisión de Servicio Público”. Las compañías de petróleo, nos asfixian con sus prácticas proteccionistas y sus especulaciones. Esto es sólo un ejemplo del panorama general del dominio que adquieren los grandes monopolios en la sociedad y la economía, afectando nuestras vidas. Lo dominan todo y lo más lamentable, es que llegan a controlar los altos niveles del gobierno.

A donde vamos a parar con estas prácticas discriminatorias y proteccionistas contra la pequeña y mediana empresa local. ¿Para qué tenemos comisiones reguladoras si no hacen su función, si solo sirven como una pantalla legal a los grandes monopolios? La libre competencia genera la reducción de costos y la superioridad técnica, esto resulta en un aumento de la eficiencia de las empresas para producir, un incremento de la calidad del producto que se ofrece, mayor justicia y beneficios laborales y una disminución de los precios. Pero hay que respetar este principio. ¿Qué hacen nuestros políticos; ellos tienen la palabra?

José M. Izquierdo