Protección a un presunto delincuente.

El presidente brasileño Lula da Silva se está haciendo cómplice del depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya,al decir que éste puede permanecer dentro de la embajada el tiempo que quiera.

Lula da Silva puede,si así lo deseaba, pudo haberle brindarle asilo político.pero jamás ofrecer la embajada como residencia a un presunto delincuente que violó las leyes internas de su país cuando quiso cambiar la constitución para eternizarse en el poder como lo han hecho sus compinches,Hugo Cháves y daniel Ortega y pretenden hacerlo también Evo Morales y Rafael Correa,entre otros.

Zelaya,que inexplicablemente fue forzado al exilio,poniéndolo en un avión para después declararlo prófugo de la justicia,en lugar de haberlo detenido para que respondiera por sus actos ilícitos,regresó sorpresivamente el lunes a su país y se refugió en la embajada brasileña para evitar ser arrestado,con un premeditado visto bueno otorgado por el presidente Lula Da Silva.

Zelaya,quien es un mentiroso compulsivo,denunció que han estado lanzando gases tóxicos a la embajada y que estos le han irritado los ojos y afectado la garganta.En tanto que el gobierno de facto aseguró que estas denuncias eran totalmente falsas.En un comunicado del gobierno de facto,lo único que hubo en esa zona fue un operativo de limpieza que realiza la Alcaldia Municipal del Distrito Central.

Aparentemente,Zelaya está desesperado por el encierro y por sus vanos intentos por regresar a la presidencia,a pesar del respaldo que le han brindado sus compinches que, hasta el momento,han resultado inútiles,pues los hondureños encabezados por su actual presidente,han demostrado una gran valentía que ni Chávez,ni ninguno de los compinches de Zelaya se imaginaron.

Lástima que el presidente brasileño se haya hecho cómplice de un individuo que tiene cuentas pendientes con la justicia,y de quien se tienen fuertes sospechas de que tenia vínculos con el narcotráfico.

José M. Burgos S
colaboración