martes, 20 de marzo de 2012

LA TOLERANCIA.

Para vivir en armonía, es necesario ser indulgente y tolerante, pues no debemos esperar que otra persona actúe igual que uno, ya que todos los seres humanos tienen su propia manera de pensar y por lo tanto, es normal que vean las cosas de forma diferente, lo cual debemos respetar.

No podemos esperar que si somos católicos, todos lo sean, o si somos demócratas o republicanos, pensar que somos los únicos que tenemos la razón o que porque somos de determinado país, eso nos hace mejores que otros seres humanos.

La tolerancia no es sumisión, es comprensión, amor y respeto hacia nuestros semejantes.

Así como recibimos de buen grado los elogios, también debemos aceptar las críticas, mientras éstas no sean mal intencionadas y, por ende, con el propósito de causarnos daño.

Si pensamos que la tolerancia es sinónimo de falta de amor propio, nos convertiremos a individuos rencorosos y agresivos. Si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será vivir en un mundo de ciegos.

La tolerancia, lógicamente, tiene un límite, ya que no se debe soportar lo insoportable. No sería justo ni es ético.

Está bien defender con razones lo que consideramos justo, pero no está bien pretender imponer nuestros criterios a quienes piensen diferente.

El fanático, por regla general, es testarudo y no razona, por consiguiente, si no estamos de acuerdo con sus pensamientos, la mejor opción es ignorarlo, ya que jamás se llegará con él a acuerdo alguno.

Para vivir en armonía, es menester ser tolerante y beber de la fuente de la sencillez que hará ver nuestras limitaciones y nos otorgará el discernimiento que nos dará la inspiración para obrar con corrección.

Los hombres, dijo Séneca, deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque "el hombre debe ser cosa sagrada para el hombre".



José M. Burgos S.

lunes, 12 de marzo de 2012

CURIOSIDADES CUBANAS ~

El color Carmelita



Cuba es el único país en que la palabra Carmelita se usa para describir el color Marrón, y el origen o el cambio sucedió debido a la influencia de la orden monástica Carmelitas Descalzos tanto de hombres como de monjas debido a que su sotana es de color marrón.



El Pan con Timba

Cuando los ingleses llegaron a Cuba en 1874 a instalar las vías férreas del ferrocarril (el primero en el continente americano) de Bejucal a la Habana vieron con sorpresa que los trabajadores en el almuerzo comían Pan con Guayaba - en aquel entonces las barras de guayaba hecha en la casa con azúcar prieta era NEGRA.



Los troncos de madera que se ponían para hacer la vía férrea se les daba un baño de petróleo por lo que se ponían negros - en ingles esos travesaños se llaman TIMBER ties. Los ingleses le decían a sus empleados; eso luce como un Pan con timber. De ahi surgió el Pan con timba.



Llego a la Bodega Lusbrillante!

Cuba es el único país que le cambió el nombre al Queroseno y es conocido como Lusbrillante.  El origen del cambio se debió a una enorme campaña publicitaria hecha por los fabricantes de los faroles de Queroseno que decía: Ponga LUZ Brillante en su casa, eventualmente fueron las clases pobres y sobre todo los negros de  la época que no pronunciaban laZ y eran los que usaban dichos faroles de Queroseno y cuando llegaban a comprar decían Deme LUSBRILLANTE así el Queroseno en Cuba paso a ser conocido como Lusbrillante.



Cayó envuelto en Llamas o Echa Candela

Este dicho es más reciente: Fue creado en los años 1943 - 46, el origen fue las películas americanas en la guerra contra Japón -  los aviones Japoneses -  todos caían envueltos en llamas -  los japoneses no saltaban en paracaídas -  Rápidamente los cubanos a todo el que tenía un problema así lo describían. Las nuevas generaciones que no vieron esas películas -  lentamente siguieron usando el dicho pero eliminaron -  la caída -  así ahora solo dicen Esta en llamas  (También se creó el dicho esta que echa candela.)



Le dio la patada a la lata

Fue en la época de la revolución contra Machado que un terrorista puso una bomba conectada a una lata en la acera, el peatón le dio una patada y la bomba estallo y lo hirió.  A partir de ese momento las latas se multiplicaron y solo los Valientes eran capaces de darle una patada a una lata abandonada.  Pronto cuando alguien hacia algo fuera de serie se decía; Le dio la patada a la lata.



autor desconocido

viernes, 2 de marzo de 2012

LA TORRE EIFFEL: UN MONUMENTO 50% CUBANO

 por Yenobis Demis-Smaerd 

    La Torre Eiffel, o La Dame de Fer (La Dama de Hierro) como se le llama en Francia, es sin duda alguna el mayor ícono francés y el símbolo ne plus ultra de París.  Reconocida mundialmente como una maravilla arquitectónica, es además el edificio más alto de esa ciudad y el monumento que recibe el mayor número de visitantes anuales.

    La Torre Eiffel, erguida para la Feria Mundial de 1889 es la creación del arquitecto Gustave Eiffel y tiene una altura de 324 metros, lo cual equivale a un edificio de 81 pisos.  Desde ella se puede divisar París, la Ville Lumière (la Ciudad Luz) en todo su esplendor.

    Aunque hoy es considerada un monumento netamente francés, la construcción de La Torre Eiffel se le debe íntegramente a la labor del cubano Guillermo Pérez Dressler, un dato que muy pocos conocen, y un nombre que desgraciadamente ha sido eclipsado por el más famoso de Gustave Eiffel, a quien se le atribuye en su totalidad la creación y construcción de la torre, aun cuando esta no es la realidad.  

    Guillermo Pérez Dressler, más conocido como Guillaume Dressler, nació en 1860 en la villa de Guanabacoa.  Fueron sus padres Juan Pérez Zuñiga  nacido en Cuba de padres españoles y Purificación Dressler de la Portilla, de padre escosés y madre cubana.

    Desde muy temprana edad mostró Guillermo un gran talento para el dibujo y la arquitectura, lo cual hizo que sus padres se mudaran a La Habana para brindarle al chico las posibilidades de estudiar arquitectura en la capital.

    Poco después de cumplir los 15 años muere el padre de Guillermo y la familia queda en la ruina, por lo que el joven se ve obligado a abandonar sus estudios y buscar empleo como aprendiz de boticario en una farmacia.  Uno de sus profesores, convencido de que el chico posee un gran talento y que puede llegar a ser un nombre en la arquitectura nacional le consigue a través de una familia pudiente del Vedado una beca para ir a estudiar a La Sorbonne.

    Con 16 años llega a París Guillermo Pérez Dressler, que muy pronto se adapta a la vie parisienne y cambia su nombre por el más cosmopólita de Guillaume Dressler.  A los 21 años se gradúa con honores de la prestigiosa Sorbonne y obtiene trabajo en la firma Dumouriez, Valmy et Frères, donde rápidamente se convierte en uno de sus mejores arquitectos siendo el responsable de la re-edificación del puente Peronet y de la construcción de la autopista Vichy-Nantes.  Además diseña en su totalidad el edificio Charpentier y la catedral de Bersy.  En 1886 a raiz de la muerte del rey Ludwig Segundo de Bavaria, la familia real lo contrata para construir la tumba del monarca en Munich.  A esto le siguen la conconstrucción del Nomer Platz también en Munich y el hotel Ciboulette du Lac en el corazón de Montmartre.

    La vida de Guillaume Dressler cambia radicalmente a partir de Febrero de 1887 cuando su ex-profesor de La Sorbonne, el arquitecto y pedagogo Gravier de Vergennes le presenta a Gustave Eiffel, quien está en búsqueda de un asistente para la edificación de su famosa torre.

    La química entre Dressler y Eiffel es instantánea y pronto el cubano, ahora ciudadano francés, se convierte en la mano derecha del famoso arquitecto, el cual deposita en él toda confianza, hasta el punto de permitirle corregir varios de sus diseños y nombrarlo administrador ejecutivo de la obra.  Eiffel, que además de la torre tiene varios proyectos en construcción a la vez, hasta le permite a Guillaume diseñar en su totalidad una cuarta parte de la torre, aunque esto nunca se le acreditara al arquitecto cubano públicamente.

    Otro secreto muy bien mantenido es que Eiffel padecía de vértigo por lo cual jamás subió a su propia torre.  El pánico a las alturas sólo le permitió a Eiffel ascender al primer piso de la torre.  De ahí en adelante, el encargado de la obra fue Dressler.  Eslabón por eslabón, el cubano fue supervisando la construcción de la torre hasta su totalidad.

    La torre Eiffel se inauguró el 31 de Marzo de 1889 con la presencia de Eiffel y Dressler.  Mientras Eiffel fingía estar ocupado charlando con dignitarios de varios países debajo de la torre, fue Dressler quien llevó a la prensa mundial a la cumbre del monumento, y le sirvió de anfitrión, ya que Eiffel no era capaz de hacerlo dado a sus crisis de vértigo.

    En Julio de 1889 Guillaume Dressler es convocado a Inglaterra por la Reina Victoria, quien entusiasmada por su labor en la torre, lo contrata para edificar The Victoria and Albert Museum and Gardens en las afueras de Londres.  Dressler aceptó la comisión y partió rumbo a Inglaterra en el HMS Forepina el día 4 de Agosto de 1889.  El barco fue víctima de una tormenta y naufragó.    Sólo cuatro personas sobrevivieron el naufragio.  Guillaume Dressler no fue una de ellas.  Pereció en las aguas del estrecho de Dover.  Su cadaver jamás fue hallado.  Desgraciadamente, con él también murió su gran aporte a la construcción de La Torre Eiffel.  El tiempo fue eclipsando su nombre poco a poco hasta borrarlo del todo, y hoy sólo se reconoce a Gustave Eiffel como único creador y constructor de la torre que lleva su nombre.  Cuando se piensa en la Torre Eiffel se piensa en Francia, no en Cuba.  Aun cuando es Cuba responsable por un 50% de su gloria.